las aventuras
de maicol
glitter
por qué no hay
más dinosaurios?
el gato y el conejo
monkey businness
el inmortal
big bang

 

 

 





Si fuera inmortal, seguramente después de haber recorrido todo el mundo aprovecharía mi don y me ofrecería a la NASA o alguna agencia rusa para viajar a otro planeta, total como no me puedo morir, no me pasaría nada sin oxígeno. Probablemente me aburriría bastante, porque estaría solo en el medio de la nada. Pasarían años, décadas hasta que alguien pudiera venir a buscarme. Seguramente hablaría con la gente de Houston, primero todos los días, después una vez por semana, una vez por mes. No tendría mucho que contarles después de un tiempo. Pasaría tanto tiempo que mis contactos en la Tierra morirían, y seguiría hablando con las nuevas generaciones. O tal vez no, tal vez inventarían algo, una especie de propulsor propio, que hiciera que pudiera ir y volver cuando quisiera (con los años que demoraría en llegar a cada lado). Podría hacer encomiendas, traerles lo que necesitaran. Los viajes serían muy aburridos. Años mirando el todo y la nada a la vez. Sin nadie a quien conversarle. O tal vez recibiría señal de radio. Podría escuchar el programa de radio que quisiese, aunque me agarraría melancolía de pensar que estoy tan lejos de esa gente con la que me identifico cada día (no habría días, porque no estaría en ningún planeta). Los de la radio seguramente se pondrían contentos de saber que la persona inmortal que viaja entre planetas los escucha. No estaría todo el tiempo en los otros planetas tampoco, sería agotador. Volvería a la Tierra, me rodearía de gente, contaría mis anécdotas repetidas hasta el hartazgo, pretendería tener ganas de hacerlo. Descansaría. Ya no me quejaría de que cada generación de jóvenes es peor que la anterior, me acostumbraría. Y los envidiaría, porque cada segundo estaría infinitamente más lejos de ser como ellos, de tener su inocencia. Todos pensarían que sé todo de todo, pero yo sabría que en realidad tendría un universo por conocer.

septiembre 2012


Un big bang
no se de qué tamaño
debe haber empezado del tamaño de tu uña
o más chico, millones de veces más chico
o tal vez fue más grande, no se, no sigo los avances científicos

No había nada, y segundos después, había todo
polvo estelar con el que se formaron soles y planetas y galaxias enteras
salidas de la nada, expandiéndose infinitamente rápido hacia la nada más lejos,
hacia eso negro que no sabemos qué es, hace diecisiete mil millones de años

En una de esas miles de millones de galaxias remotas, se conjugaron los ingredientes correctos
un planeta con agua, aire, solcito
seguramente algún meteorito trajo formas de vida de otro lado
y surgieron unos microbios que era lo único que había en el mundo
y solo abajo del agua, porque en tierra no había vida
solo montañas, piedras, cavernas, volcanes
no debe haber sido fácil

Esos microbios se desarrollaron
algunos se convirtieron en plantas, salieron a la superficie y largaron oxígeno
otros se dedicaron a vivir y a cazar en el mar
cuando el ambiente se hizo propicio para vivir afuera del agua, la evolución hizo que salieran
sus aletas se convirtieron en patas, caminaron
empezaba a haber diversidad
había insectos bastante grandes, también

Un rato después, y con rato me refiero a millones de años, vinieron los dinosaurios.
Igual, pongámoslo en perspectiva: sabemos que los dinosaurios reinaron la tierra por ciento cincuenta millones de años
pensá en las civilizaciones antiguas, esas de medio oriente de las que no sabemos casi nada
de eso hacen cinco mil años, y nos parece mucho
ahora imagínate ciento cincuenta mil años, y eso por diez
sin gente, sin animales, sin casas, sin el menor rastro de civilización
instinto puro, salvajismo desmedido, armonía perfecta, solo ellos

Sin que pudieran preverlo (y si podían, no podían hacer nada al respecto, no tenían a Bruce Willis todavía)
un meteorito chocó contra la Tierra y los hizo desaparecer
ecosistemas enteros, ahora muertos, desaparecidos
y surgieron otros animales, parecidos a los de ahora, solo que mucho más grandes
porque en esa época había lugar de sobra

Pasó el tiempo y la Tierra era nuevamente un zoológico
aunque sin nadie para admirarlo
solamente una bola azul perdida en el espacio, llena de ejemplares de animales lindísimos
(seguramente esté pasando exactamente eso en estos momentos en otro lugar de la galaxia, y qué mal que no tenemos la menor chance de conocerlos)
En circunstancias sospechosas, uno de esos animales empezó a hacerse más inteligente, y se destacó por sobre todos ellos
creó herramientas, descubrió el fuego, cazó, construyó estructuras monumentales para sus dioses, sociabilizó.

Miles de años después, con su inteligencia ya desarrollada, le agarraron ganas de conocer el mundo
construir botes, caminar por años, para llegar a lugares que no eran en los que vivían
todos se empezaron a conectar,
a comerciar, a pelearse

Cada uno tenía sus intereses e iba a defenderlos
crearon armas más poderosas, reinos, flotas, ejércitos
Dejó de vivir mucha gente, otra se escapó a otros lugares más seguros

En otros países formaron familias, tuvieron hijos, sus hijos tuvieron otros hijos
tuvieron descendencias, tuvieron mascotas, se sacaron fotos posando

Entre cientos de personas en una fiesta, tu mamá y tu papá estuvieron en los mismos segundos en una mesa de bebidas, se miraron
ella estaba por no ir, él debería haberse ido más temprano
se hablaron, se enamoraron
Naciste vos

Con otra gente que se escapó de su lugar y se metió en un barco y tuvo hijos y descendencias
nació mi papá, que conoció a mi mamá en una clase de historia
se hablaron, se gustaron, se casaron
Naci yo

En una historia similar nació mi vecino, que pudo haberse mudado al lado de mi casa, como al lado de cualquier otra persona
El te conocía, y yo te vi una vez saliendo de su casa
Le dije que nos presentara, salimos
nos quisimos, nos amamos, viajamos juntos, no pensamos en los millones de años que había detrás nuestro

Y ahora me decís que ya no soy una persona que quieras seguir viendo,
que querés juntarte con otra gente que no soy yo.

Ahora haces las mismas cosas con otro
Te reís, comés, te abrazás, planeás hijos
que se van a conocer con otras personas, capaz con mis hijos, capaz no
capaz vivan muy lejos, capaz tengan algún accidente
capaz le digas al otro lo mismo que me dijiste a mí

Ya no me conocés más
y ya ni siquiera me saludás cuando nos cruzamos
y te odio.

febrero 2012, miramar

Maicol era un cuis que tenía problemas mentales en el cerebro. Su mamá había experimentado con drogas duras y vendido frenos para autos mientras él estaba en su panza. Esto llevó a que al nacer le faltara un pedazo de cabeza y los médicos, al no haber visto nunca un caso tal, improvisaran poniéndole galletitas en el hueco que faltaba. Por eso tenía problemas mentales, sobre todo porque algunos chips de chocolate se le habían empezado a meter adentro del cerebro.
Maicol vivía en una casita en forma de hongo, pero que no era un hongo, a pesar de que tuviera un tamaño mas o menos chico y que, ponele en un mundo de fantasía, el hongo fuera lo suficientemente grande como para que el tuviera una mesa y una cocina adentro. No, él era un cuis normal y era fana de los hongos, y se había mandado a hacer una casa de cemento, pero con forma de hongo. Adentro tenía dos sillas, un cuadro, una mesa, tres cocinas, dos vasos y quince cepillos de dientes.
Ya en edad de madurez, a los cinco años, Maicol decide irse de su casa buscando su propósito en la vida. Su mamá no lo extrañó mucho porque justo estaba viendo la tele y se olvidó, y papá no tenía, porque había nacido en un milagro de esos. O sea que nadie lo iba a extrañar.
Lo primero que hizo al alejarse lo suficiente de su casa fue agarrar dos ramas del piso y ponérselas en la cabeza, con cinta scotch, porque en realidad el quería ser un ciervo (porque tenía problemas mentales). Con las ramas en la cabeza siguió camino y cruzó el río, donde se encontró con Jesús, el narval.
-¿Qué haces aquí en estas aguas?- le preguntó Maicol al narval- Los narvales como tú pertenecen al océano ártico, y estamos en Philadelphia, capital del queso untable.
-Sí ¿Y?- le contestó Jesús.
-¿Es que te has perdido?
- No, sabés que no
- ¿Y entonces por qué estás aquí?
- Vacaciones. Estoy alquilando un derpa acá a unas cuadras, pero sabés que me está matando, porque si salgo del agua me muero… pero si no voy me da la sensación de que estoy pagando al pedo.
- Oh, que terrible dilema – contestó Maicol preocupado- Toma. Toma esta galleta que es parte de mi cabeza. Cómela y te hará sentir mejor.
El cuis se arrimó a la orilla y el narval agarró la galletita con la boca.
-Gracias, dijo Jesús.
Maicol intentó cerrar los ojos y sonreír, pero como era medio retardado, en vez se le cayó un moco, y decidió seguir su camino.
Cuando estaba ya lejos escucha un grito de Jesús que le dice:
-¿Vas para allá?
- Sí, contestó feliz Maicol
- Llevame esta!
Maicol no entendió que era exactamente lo que quería que le llevara, así que se encogió de hombros y siguió caminando.

Por días vagó por la llanura hasta que llegó a un bosque, lleno de árboles y de animales y de impresoras láser y de cosas de color fucsia. Los animales que estaban ahí llevaban corbata y esperaban ansiosos a que salieran las hojas de las impresoras.
-Que lugar tan curioso, se dijo Maicol a sí mismo.
Un cocodrilo que trabajaba cerca de donde estaba él le preguntó si necesitaba algo.
-Sí, me encantaría saber que este maravilloso lugar.
-Una oficina, es obvio- dijo Johnston el cocodrilo- somos parte del Comité del Bosque Pro Futuro y en Contra de los Robocs (CBPFCR). Trabajamos día a día para prevenir el inminente ataque de los robocs con forma de lancha.
-¡Eso es terrible!, exclamó el cuis.
-Sí, así es. Pero lo manejamos bastante bien, eh. Nos pasamos los días imprimiendo cosas color fucsia y pegándolas en los árboles, porque así es como Antonio Banderas lo ordenó. Él es nuestro líder y es el que nos contó sobre los robocs. Él es el que nos llevará a la salvación.
-Suena interesante, dijo Maicol mientras intentaba llevarse la mano al mentón, y le erraba llevándosela a la oreja.
-Sí. Deberías conocerlo. Antonio Banderas vive a 50 millas pasando el monte, adentro de un ascensor.
Johnston el cocodrilo agarró una hoja de impresora, dibujó un mapa y se lo entregó a Maicol. Así fue como el cuis emprendió camino hacia la casa de Antonio Banderas, no sin antes entregarle un poco de galletita al lagarto.

Habiendo ahora salido del bosque, Maicol se dio cuenta que tenía un cacho de hambre, porque hacía dos semanas que no comía. La panza le hacía ruido.
Desesperado porque no veía ningún quiosco cerca, se arrodilló y le pidió a Dios que le diera algo de comida, porque sino se iba a morir y no tenía muchas ganas.
El cielo se abrió, los pájaros volaron, y una mano gigante bajó del cielo con una caja. La mano volvió al cielo y todo siguió como estaba. Muy curioso Maicol fue corriendo a ver que había adentro de la caja. La abrió y adentro había un pulóver, $2 y un espejo.
Mordió los $2 para asegurarse de su autenticidad y los guardó en su riñonera con forma de riñón. El pulóver se lo puso, a pesar de que hacía 35 grados, porque era un regalo de Dios y no daba rechazarlo, y además tenía la cara del Pato Lucas y a él le caía mas o menos simpático, a pesar de los escándalos con las drogas que eran de público conocimiento. Pero fue el espejo lo que lo desconcertó. ¿Para que querría mirarse en el espejo en este tiempo de necesidad? Lo sacó de la caja y se miró la cara:
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh,- se dio cuenta el boludo, cuando notó que parte de su cabeza estaba hecha de galletita. Miró para arriba y guiñó un ojo abriendo la boca.
A continuación se sacó un pedazo de oreja y lo comió sentado en una roca, mientras miraba el atardecer.
Ahora lleno de oreja de galletita, Maicol volvió a caminar con energías hacia la casa de Antonio Banderas.
Ya había pasado el monte hace rato, pero no veía ninguna casa-ascensor cerca. Decidió mirar el mapa nuevamente cuando notó una nota al pie de la hoja. “Cuando encuentres la cruz amarilla en el piso, hacé el gesto de tocar un botón, y el ascensor va a bajar y ahí estará Antonio Banderas.
Sí, efectivamente a 2 millas claramente se veía la cruz amarilla. Llegó e hizo el ademán de botón, y vio cómo de una gran altura bajaba un cubículo negro.
Se abrieron las puertas y enfrente de él vio a un ciervo en mangas cortas.
-¿¿Antonio Banderas?? preguntó decepcionado Maicol.
- Sí, efectivamente... Ah, ya se lo que pasa. Vos pensabas que ibas a encontrarte con Antonio Banderas el actor español. Pero no, yo soy el verdadero Antonio Banderas, el otro es tan solo un roboc que puse ahí para distraer la atención.
- ¡Pero en el bosque me dijeron que los estabas protegiendo de los robocs!
- Te voy a confesar un secreto, de ciervo a ciervo, en realidad la amenaza roboc no existe. Los animales esos me rompieron tanto las bolas que les hice creer que la posta era que se quedaran en el bosque pegando dibujos fucsias y que así se iban a salvar. Y en realidad en parte es cierto, porque están a salvo de los robocs, pero no por pegar cosas en los árboles. Y además soy un zombie.
Ahí es cuando le cayó la ficha a Maicol de cuál era su propósito en la vida: ser el asistente personal de Antonio Banderas, un ciervo zombie.
Así que le dejó su currículum y se fue.

Maicol murió al día siguiente cuando, esperando la contestación, una urraca le comió la parte de galletita de su cabeza y se convirtió en zombie él también.
Y no hubiese habido problema de no ser por el jaguar que vino y se lo comió para robarle el pulóver.

Antonio Banderas se decidiría días después a contratar a Julio Verne, un mapache con tres orejas, para el puesto de asistente.
Le habían caído bien las tres orejas, dijo.

mayo 2008


Este es sin duda alguna un tema tabú. Más de una vez vi alguna persona que se sonroja o se va de la sala cuando se aborda este tema, pero esto no debería ser así, las personas deben estar informadas y sobre todo aceptar el hecho de que los dinosaurios se han ido.

Creo que el problema principal de este tópico es que nunca se definió concretamente porque desaparecieron. Los científicos plantearon todo tipo de teorías absurdas, pero que van a saber ellos, acaso estaban vivos hace 67 millones de años??? (65 millones es un número falso que se empezó a divulgar a principios de los años '50 para confundir a la gente que empezaba a sospechar el vínculo entre Frank Sinatra, la aparición del hula-hula y la muertes de estos seres). Bueno, la cosa es que ellos no estaban vivos, ni siquiera sus abuelos ni nada. Y no me vengan con esas cosas científicas y arquelógicas que inventaron ahora, porque es todo mentira (y esto es sabido en circulos intelectuales europeos, de esos donde comen caviar y todo).

Repasemos algunas de las teorías que los científicos nos ofrecen hoy día:
La principal y mas comunmente aceptada es el famoso meteorito que cayó arriba del que era el rey de los dinosaurios en ese momento, un tal Roberto Bernardez, que era tan querido por todos ellos que al morir, una gran porcentaje de la población quedó con tendecias depresivas y decidió suicidarse en masa, tirandose a las vías (o lo que en esa época se llamaba vías, ahora se los conoce como volcanes). Esta teoría es ridícula, los que sabemos, sabemos que no hay forma de que caigan meteoritos a la tierra, por eso de los rayos laser cósmicos que hay en la atmósfera ahi arriba en el límite de la tierra y el espacio.
Después también dicen que se congelaron. Esto es ridículo.. o sea, como se van a congelar?? no eran boludos los bichos. No hay chance.
Una que leí una vez que no era tan ridícula fue que en realidad no se extinguieron, sino que tienen una sociedad secreta bajo tierra donde están planeando una vuelta en el 2031 para hacerle dar cuenta a la humanidad que están llendo por la senda equivocada, que es la senda del mal, que a la vez es la senda de un amigo mio que se llama José. Puedo decir que esto es incorrecto porque no hay nada mal con la humanidad. Sí puedo creer la parte de que estan viviendo bajo tierra. No es tan ridicula, es más, sé que los enanos tambien tienen una sociedad ahi abajo.

Ahora está claro que no aportaría nada quejarse y descartar teorías sin sugerir algo a cambio. Bueno, en los últimos años de mi vida que me pasé investigando árduamente sobre el tema llegué a la siguiente conclusión: fue un tipo que quiso vengar la muerte de su hermano, que murió indigestado por un dinosaurio de esos de plastico chiquitos. Resulta que mi tio me contó que tenía un amigo que conocía a tipo que era el padre de este chico, y parece que se buscó planos en internet de como hacer una máquina del tiempo. Le había quedado medio parecida a la de volver al futuro, solo que en vez de auto, estaba montado arriba de su perro (que era bastante grande). La cosa es que fue allá con un bate, solo porque en las películas en general se le va a pegar a la gente con un bate, y cagó a palazos a todos. Claro, sonará ridículo, pero quién no se a encontrado pegándole tanto a alguien que la cólera invade todo el cuerpo y termina diciendo "quien dice uno, dice catorce" y cagó a palos a todo un grupo de niños exploradores? no no, yo no, pero este tipo agarró y mató a 11 millones de dinosaurios, casi sin darse cuenta. Los amigos decían que a veces se zarpaba, pero era buen pibe. La cosa es que decidió quedarse viviendo en el pasado esperando a ver si llegaba a ver a su "yo" de chico. Lo que no sabía era que había viajado 67 millones de años para atras y faltaba un poco para que naciese. Y tampoco sabia que moriría 3 semanas después al tropezar con una piedra, romperse la rodilla y se desangrarse lentamente por días.

Espero haber aclarado algo sobre el asunto, y que gracias a este escrito la gente empiece a animarse a hablar sobre el tema, sobre todo en eventos culturales y fiestas de 15, que tanto bien le hacen a la gente.

marzo 2005




Nadie nunca supo cuándo o cómo llegó hasta ahí, pero lo hizo. En la empresa se corrían todo tipo de rumores y leyendas sobre el asunto: había una que decía que el viejo dueño en la locura, al morir, había decidido dejarlo a cargo. Otra decía que un día simplemente apareció sentado en la silla de la oficina del jefe y como era tan adorable nadie se molestó en sacarlo. Otras, que era un enano disfrazado. Pero nadie lo sabía con certeza, lo cierto es que aquel mono estaba al frente de la empresa y todos nosotros estábamos trabajando para él.  El chimpancé aparecía todos los días a las 9 en la oficina vestido con camisa y sombrero (algo bastante simpático de ver). Colgaba el sombrero en el perchero y se dirigía a su despacho mientras su secretaria le llevaba el café, cosa rara, porque no es conocido el hecho de que los chimpancés tomen café. Esa era una de las tantas cosas que lo hacían especial. Él no hablaba, obviamente. Los monos no hablan. Toda decisión tomada, toda declaración, toda orden era ambigua. Sus silencios o ruidos debían ser interpretados. La mayoría de las veces se adivinaba lo que quería, sobre todo su secretaria que la tenía bastante clara en eso de alimentar monos, pero no siempre pasaba así, y muchas veces terminaba gritando, chillando, mordiendo o mandando gente a sala de urgencias. Una vez vino Crónica.
 Teniendo sus pro y sus contra tener de jefe a un mono, a “Ricardo” como le habíamos puesto, nadie realmente se quejaba, todo era bastante tranquilo y no se despedía gente desde hacía mucho tiempo. Lo cierto es que nadie se acordaba la última vez que se había contratado a nadie. En realidad eso hasta hace un año, que por alguna cuestión burocrática y obligatoria de alguna universidad, habían logrado que un pasante empiece a trabajar acá. Ese pasante era Hugo. ¿Hugo qué? No se, nunca nadie supo decirme bien su apellido, pero tampoco era necesario.
 Fue gracioso verlo entrar su primer día y enterarse que su jefe no era nada mas ni nada menos que un mono. Claro, decían que la empresa la corría “el mono Ricardo”, pero este distaba de ser un apodo loco de gente que juega al fútbol. Nosotros llevábamos años trabajando para él y ya estábamos más que acostumbrados, pero puedo entender el shock del primer momento. De hecho, no fue el primer momento, jamás se acostumbró en realidad: cada vez que tenía que entregar un informe o consultar algo con el jefe, se sentía incómodo, no sabía como reaccionar. En sus primeros días trató de encontrar complicidad en la secretaria, o en otra chica que solía estar al lado de la oficina cada tanto. Encogía los hombros y preguntaba con la mirada qué hacer, pero ellas ya acostumbradas y sabiendo interpretar lo que decía el jefe, no sabían que contestarle. Pasadas las semanas esa incomodidad empezó a ponerse agresiva, y esa tímida mirada a las secretarias se convirtió en gritos al mono. Cada vez que esto sucedía, la gente que pasaba cerca de su oficina empezaba a murmurar y comentar que algo andaba mal con Hugo, era raro que desafiara a Ricardo de esa manera.
 Hugo estaba muy enojado con la situación, no podía tolerar que un mono fuera su superior y para colmo no podía reclamárselo a nadie, porque todos parecían quererlo mucho. Tampoco estaba la posibilidad de dejar el trabajo (si bien lo pensó varias veces), porque sacando el hecho del mono, estaba progresando mucho y había aprendido cosas que no podría haber aprendido en otro lado.
 Las semanas siguieron pasando y habiendo pasado algo así como cuatro meses él ya se encontraba con gente de su lado, había logrado convencer a algunas personas de la empresa de que ese ser que comúnmente suele tomar su propia orina no podía estar por encima que ellos. Pero claro, si ese ser inferior había logrado grandes ganancias para la empresa en los últimos años, no veo que tiene de malo. Además era tan adorable.
 Pasados un par de meses mas, Hugo seguía ganando seguidores y estaban empezando a planear como sacar a Ricardo del poder, ahora eran muchos y podían hacerlo. En realidad uno solo también podía haberlo hecho, si solo soportaba las mordidas y los gritos (el “incidente crónica” había dejado con miedo a un par, también), bastaba con alzarlo a upa y sacarlo a la calle. Pero ese alguien se hubiese ganado la antipatía de todos.
 A esta altura ya era demasiado simple agarrarlo y sacarlo. Se necesitaba algo más espectacular para sentir que realmente le habían ganado. Para ello, ellos planearon una fiesta, con alguna razón inventada pero lo suficientemente coherente para que Ricardo no sospechara, después emborracharlo, envolverlo en una alfombra y tirarlo por un barranco. El pobre quedaría tan confundido que probablemente se olvidaría de todas sus actividades y jamás volvería al trabajo. Ellos decían eso. Para mí es cualquiera. Si te mareás no te olvidas las cosas, no jodamos.
Pero la cosa no iba a ser tan fácil, Ricardo no tomaba, había dejado la bebida hacía años. Igual había ido a la fiesta porque las disfrutaba bastante, y además, le gustaba que todos comenten su elegante traje púrpura de lentejuelas, que tan bien le quedaba.
 Una vez en la fiesta, Hugo tuvo que planear otra cosa (el no haber previsto que Ricardo no tomaba más lo agarró por sorpresa), así que planeó una distracción con todos sus seguidores para que nadie se de cuenta que sacaban a Ricardo de ahí, y luego pensarían que hacer. “¡Un oso con rayos láser en la cabeza y un pato con pollera! ¡Es el apocalirsis!” gritaron por ahí y enseguida todos entraron en pánico y de pronto había mujeres que se subían a sillas y se desmayaban. Así fue que Hugo logró sacar a Ricardo sin que nadie lo notara.
Es más, volvió tan rápido que es imposible que nadie lo hubiese notado.
Unos meses después escuché el rumor de Juan Carlos, que al parecer estaba tomándose una botella de perfume en un auto fuera de la fiesta, y vio toda la escena de Hugo y Ricardo.
Parece que cuando estaba a punto de subirlo a un auto con destino desconocido, de pronto Ricardo agarra y dice “flaco ¿qué hacemo? ¿Qué pensamo hacer? Mirá ¿te confieso algo? en realidad soy un mono... todos estos años les hice creer a todos eso que en realidad era una persona como ellos, pero no. Así que si te agradecería que me lleves de vuelta adentro que estaba a punto de levantarme a esa rubia que esta buenísima”.

FIN.

agosto 2004



...Y fue así como el pequeño Ricardo se encontró en ese extraño mundo lleno de cosas con brillantina pegada (obviaremos cómo fue que llegó ahí porque es tan obvio que si lo cuento se pierde toda la magia y hasta podrían demandarnos (a mí y a las voces que dicen cosas)). O sea, no era nada maravilloso, el pibe estaba viendo lo que veía siempre, pero con brillantina pegada. Si a mi me muestran el lugar donde vivo pero con brillantina pegada te digo "y, sí, esta bueno, pero seguro se te queda pegada en la ropa y despues cagaste". Pero eso no era lo que pensaba Ricardo. No lo pensaba porque no se le ocurrió en realidad. Lo primero que hizo fue agarrar un puñado de brillantina del piso y comerla, porque claro, si estas ahí sin conocer a nadie y sin comida, de algo vas a tener que subsistir. Pero fue mala idea, porque esta no era brillantina mágica ni nada, era brillantina común y casi se muere asfixiado. Y digo casi porque no se murió. Pero casi. Se salvó porque un duende que pasaba por ahí lo vio asfixiándose y le dio un vaso de plasticola y pudo tragar bien. No es que la plasticola te haga re bien, pero por lo menos si te estás ahogando te sirve para tragar. Al menos es era lo que solía hacer los duendes de ahí porque ya les había venido bastante gente que hacía lo mismo y regalar agua les resultaba muy caro, así que mas bien recurrían a la plasticola que la sacaban de un lugar misterioso (re misterioso). Fue así como despues de que Ricardo dejara de convulsionarse lo llevó a su refugio para robarle su ropa y comérsela. La cosa es que Ricardo no tenia ropa puesta. Ricardo era un nudista. Así que como no tenía nada que robarle y estaba bueno, el duende le dijo de ser amigos y lo invitó a quedarse a vivir en su casa en el mundo de brillantina pegada.
Vivieron contentos por 3 años hasta que Ricardo recibió un llamado de su madre diciendo que lo estaba esperando para comer hace mucho, y quería saber qué iba a hacer. Pero él le dijo que por mas que le gustara la lasagna (y esto fue un dato agregado, ya que la madre en realidad le había hecho un bife) el se iba a quedar ahí porque ahora era un gran empresario del ámbito de la elaboración de brillantina. La madre le dijo que bueno, que total tenía un hermano gemelo y no le importaba tanto. Y fue así que se quedó. Pero claro, ahora que era un empresario tenia un traje de empresario y todo. Y fue ahí cuando el duende agarró y le robo la ropa para comérsela y mato a Ricardo. Había estado pretendiendo todo este tiempo para hacerlo llegar alto y que tuviera ropa para poder comérsela. Ahora el punto es, porque no iba y se compraba ropa y se la comía y ya? y te yo digo, ah, yo que se... el duende debía tener una especie de obsesión o algo, seguro.

junio 2004



Hoy, en mi espacio semanal "cuentos para retardados" les voy a contar una historia. La historia de un gato llamado Ricardo y de un conejo llamado también Ricardo, al que le faltaba la mayor parte de la cabeza. Ellos dos se habían conocido cuando eran chicos en el jardín y se habian hecho amigos porque ambos eran animales mientras los demas chicos eran gente y se burlaban de ellos, sobre todo de Ricardo, porque le faltaba parte de su cabeza. Un día los dos decidieron irse de camping a un lugar cerca de un lago mas o menos lindo (porque eran amigos).
En el viaje Ricardo se tragó un bicho y tuvieron que llevarlo al hospital . E hicieron bien porque, según se enteraron después, ese bicho te ponía huevos adentro que despues se abrían y uno se convertía en algo así como spiderman pero sin los poderes y sin quedar con forma de hombre ni vivo. Lo malo es que como de camino al hospital Ricardo paró a comprarse un helado de chocolate granizado y cereza con crema, al que luego bañó con chocolate, el bicho ya había puesto los huevos, por lo tanto Ricardo estaba en el horno. Ya resignados Ricardo y Ricardo decidieron seguir de camino al lago porque si se iba a morir, mejor hacerlo cerca del agua, no?
Bien, ya acampados decidieron salir a pescar pescados (en realidad peces que luego de ser sacados del agua se convertirian en pescados mágicamente), por que como Ricardo era un gato le gustaba el pescado, y Ricardo que era buen amigo y que no le gustaba mucho el pescado (porque era conejo) igual lo acompañaba comiendo costillas de cerdo. El punto es que, como ya dije antes, a Ricardo le faltaba un pedazo de cabeza. Ricardo nunca lo había notado. De pronto mientras comía su comida quiso rascarse la cabeza para hacerle una broma a su amigo y se dió cuenta de que no tenía. En ese momento el tipo se avivó. Claro, todos estos años había vivido por inercia, porque no se había dado cuenta, pero ahora que lo sabía, y como uno no puede vivir sin la mayor parte de la cabeza, se murió. Ricardo terminó de comer y se puso triste pero no mucho, porque total él tenia bastantes amigos más. Pero de lo que no se dió cuenta es que tenía los huevos del bicho adentro. Pero después sí de dió cuenta, y ligeramente traumado por la muerte de su amigo, sumado al hecho de los bichos en su interior, decidió a salir la vida loca, pero cuando estaba por guardar sus cosas en el auto (en el que fueron al lago, porque el difunto Ricardo decía que el micro era para gente que tenía plata) a punto de irse a vivir la vida loca, apareció un tiburon terrestre y se lo comió. Y se jodió. Pero de todos modos en el fondo no le debe haber preocupado mucho porque de todos modos se iba a morir con los huevos. A no ser que de pronto encontrara la cura.

FIN

Moraleja: si vas al lago, guarda con los tiburones.

julio 2003