Hoy pap� me pidi� que borre cosas de su computadora (17gb mios en una computadora que uso unas horas a la semana) y encontr� este cuento que hab�a empezado a escribir hace un par de a�os, y que par� en el momento en que no se me ocurri� como seguir al siguiente rengl�n (porque eso exigir�a que piense un desenlace).
Pero ahora que lo rele�, me gust� y capaz lo siga. Mientras, aca va.


Si, se habia escapado de la fiesta de los grandes, las detestaba.
Detestaba estar sentada mirando pasar la gente borracha que cada tanto le hac�a alg�n comentario al que ella no quer�a contestar. No solo eso, sino que ninguno de ellos traia a sus hijos para que se queden con ella (ni que les cayeran tan bien, de todos modos).
Era una noche muy linda para no aprovecharla y hab�a escuchado de sus vecinos que las calabazas de este a�o estaban mas lindas que nunca, asi que sin siquiera ser notada Irina se fue caminando hasta donde no se ve�a mas (ella sabia como ir) y despu�s de un rato de caminata, de mirar las estrellas y de pincharse un poco, llego a ellas.
La luz de la luna las hacia brillar de un naranja radiante, no parec�an reales, y adem�s eran muy grandes. Que ella supiera, las calabazas no son mas grandes que las personas.

Estaba ella junto a la calabaza. Las calabazas. Era un jard�n lleno de ellas, con un naranja radiante que iluminaba la luna. Y nada mas. No quer�a estar mas con ellos, por eso se hab�a escapado. Estaba recostada con la cabeza apoyada en uno de las calabazas y as� hab�a estado toda la noche, mientras miraba el cielo estrellado imagin�ndose historias de personas que gustaban de hacer burocrat�simos tr�mites para comprar estrellas.
Se aburr�a.
Cambi� de posici�n.
Se sent�.
(...)


Y la imagen de arriba, iba con el cuento, solo que muchos la conocian y nadie lo sabia.
posteado por SrKaito   # 9:36 PM